lunes, 9 de enero de 2012

0012 BAJO EL VOLCÁN


MALCOLM LOWRY: LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS


Malcom Lowry, un "gringo" que vivía en Cuernavaca, confundía los zanates con cuervos. A veces olvidaba usar calcetines, y prestaba sus libros aunque supiera que no se los devolverían. Sus cigarros preferidos eran los Alas y le gustaba el mezcal. Incluso, en una de las cantinas que visitaba, existe una botella con esta leyenda: "Mezcal M. Lowry. A punto de veneno".


Le gustaba llamar Quauhnáhuac a la florida ciudad que tanto quiso. Muchas de sus cantinas, como El Farolito, han desaparecido, convertidas en oficinas, hoteles, cafés internet. Malcolm Lowry (1909-1957) pertenece a la Historia de la Literatura gracias a una novela mítica: "Bajo el volcán". Pero esta novela, publicada en 1947, no se entiende sin la larga experiencia alcohólica de su autor.


Nacido en Inglaterra en 1909, antes de vivir en México, Lowry ya había viajado bastante, había navegado al lejano oriente y a los Estados Unidos. Después de estudiar en Cambridge, vivió brevemente en Londres, donde conoció al poeta Dylan Thomas, entre otros.


Lowry llegó a México con su primera esposa, y la libertad y la luminosidad del país y la naturaleza de la relación con su pareja dieron lugar a un cuento llamado “El Popocatépetl”, que es la génesis de lo que después se convertiría en una de las novelas más admiradas, polémicas y analizadas de la literatura universal.



"Bajo el volcán" relata el último día (el Día de Muertos) en la vida de Geoffrey Firmin, un ex cónsul inglés, gran admirador de México, condecorado y luego exiliado, pero sobre todo, asiduo a las cantinas y a la política. Está ambientada en Cuernavaca y ubica la trama en el año en que Cárdenas nacionalizó el petróleo de las compañías británicas y estadounidenses, en 1938.


Contraponiendo recuerdos, pensamientos y descripciones que están marcadas por la presencia del alcohol y la incomunicación, es refinadísima en su trama narrativa y atesora todas las conquistas de la técnica moderna. Es un texto, denso, tan difícil de leer como "El Ulises", pero lleno de sabiduría y belleza. Está basada en gran parte en la vida del autor.


Detrás de los hombres y mujeres que marcaron la vida del escritor se encontraban ocultas las figuras paterna y materna: Arthur, su padre, próspero comerciante en algodón, puritano de la iglesia metodista y abstemio convencido; Evelyn, su madre, que tuvo a Malcolm, el menor de sus cuatro hijos varones, a los 36 años y del que se mantuvo distante por motivos de salud y temperamento a pesar de que para Malcolm, en sus cartas, ella fuera “my dear darling precious little mother” (“mi querida, amada y preciosa madrecita”).


Lo cierto es que Malcolm, el menor de cuatro varones, creció con una madre emocionalmente ausente, consentido y sobreprotegido por nanas, institutrices y la servidumbre, quienes, según él, lo dormían dándole una copita de vino. Al igual que sus hermanos, a los siete años Malcolm ingresó a un internado, alejándose para siempre del ambiente familiar.

A la edad de 18 años, justo cuando empezó a escribir su primer libro, titulado "Utramarine" (1933), que habla del rechazo de un joven rico a la opulencia y a la iglesia metodista, Lowry ya bebía demasiado. Pero el Lowry que hoy leemos, fue un hombre sobrio que alcanzó la cumbre en la seriedad total, con la fuerza de una vida sana y sencilla en la que nadaba y escribía por las mañanas, paseaba por el bosque en las tardes e incidentalmente bebía un poco de cerveza.


Lowry publicó poco durante su vida, en comparación con la extensa colección de manuscritos inconclusos que dejó. La publicación póstuma de "La mordida", la tercera gran novela del escritor inglés Malcolm Lowry sobre México, por la Üniversidad de Georgia, en 1996, ha pasado inadvertida para la crítica, acaso porque en ella aparece un país violento que, aunque muchos pretenden que ya no existe, está más vivo que nunca.


En la actualidad existen, entre otros, el Premio Malcolm Lowry de Ensayo, en México; el Coloquio Internacional Malcolm Lowry, en Cuernavaca, y el Festival Internacional Malcolm Lowry en Liverpool, Inglaterra.


También vivió en Hollywood, Canadá y Alemania. Murió en la villa de Ripe, Sussex del Este, Inglaterra, en 1957, por una ingestión de alcohol. Él mismo había escrito su epitafio:


Malcolm Lowry
Difunto de Bowery
Su prosa era florida
Y a veces reñía
Vivió de noche, bebió de día
Y murió tocando el ukelele.



FRASES DE M. LOWRY
"El éxito es como un terrible desastre peor que tu casa ardiendo, los ruidos del derribo cuando las vigas caen cada vez más deprisa mientras tú sigues allí, testigo desesperado de tu condenación".


"¿Qué belleza se puede comparar al de una cantina en las primeras horas de la mañana?"


FELICIDAD
Montañas azules con nieve y fría agua azul turbulenta,
un cielo borrascoso lleno de estrellas encendiéndose
Y Venus y la luna gibosa al amanecer,
gaviotas siguiendo una motora cara al viento,
árboles con ramas prendidas al aire-
sentado al sol del mediodía con la furiosa
sombra humeante de la chimenea de la cabaña-
águilas que planean viento abajo,
golondrinas marinas vuelan a golpes de viento,
una nueva marca de tabaco a las once,
y mi amor que vuelve en el autobús de las cuatro
-Dios mío, ¿por qué nos has dado todo esto?


SIN EL DRAGÓN NOCTURNO
Ideas de libertad están atadas a la bebida.
Nuestro ideal de vida contiene una taberna
donde un hombre puede sentarse y hablar o sólo pensar,
sin ningún miedo al dragón nocturno;
o bien otra taberna donde no aparecen
letreros de No se Fía ni de No hay crédito
y, dejando aparte las ilimitadas cervezas,
nos sentamos tranquilamente borrachos y locos a editar
panfletos de un país realmente mejor.


Tomado de Letras Libres, El País y otros.

No hay comentarios: