Un hombre abordó el avión con un ojo morado y
al sentarse notó que su vecino de asiento también tenía un ojo morado; entonces
le dice:
- Qué coincidencia, los dos tenemos un ojo
morado, ¿puedo preguntar cómo obtuviste el tuyo?
- Pues mira, fue un error de dicción, esta
mañana en el mostrador de la aerolínea había una rubia buenísima, con unos
senos grandes, así que en lugar de decir ‘me da un boleto para Tapachula’,
accidentalmente dije ‘me das un boleto para tus tetas, chula’; Entonces, se
ofendió y me golpeó. ¿Y a ti qué te pasó?
-Pues mira, también fue un error de dicción,
esta mañana en el desayuno, yo le quería decir a mi mujer ‘pásame el cereal,
amor’ y en lugar de eso, accidentalmente dije: ‘me arruinaste la vida, bruja,
hija de tu pinche madre’.
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