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PROYECTO 333

El Proyecto 333 fue creado por Courtney Carver, una artista  norteamericana que padece esclerosis múltiple. Para sobreponerse de las dificultades de su enfermedad, decidió adoptar una vida minimalista y deshacerse de cosas que tenía en su casa y que no eran necesarias. Se lanzó un reto: vivir con menos. 

En el proceso descubrió que la depuración funciona como una terapia muy eficaz y quiso compartir su experiencia con otras personas. Se empieza con las posesiones más personales, y si el reto da resultado, se aplica a otros ámbitos. Actualmente Courtney es dueña de Be More With Less  (Sé más con menos), una agencia de consultoría que aplica un método similar al de Proyecto 333 a los negocios y dona miles de dólares para tratamientos contra la esclerosis.

Los hombres y mujeres que se unieron a Proyecto 333, que es la primera fase del reto, coinciden en diversos puntos.

 -Ayuda a modificar los malos hábitos de consumo.

-Induce al análisis de los verdaderos gustos y necesidades.
-Eleva el autoestima.
-Reduce el estrés.
-Enseña a priorizar la calidad sobre la cantidad.
-Permite ahorrar tiempo y ganar espacio.
-Evita el desorden.
-Es un acto altruista.
-Es una acción en pro del medio ambiente.
-Apoya el comercio justo.

¿Qué es Proyecto 333?

El Proyecto 333 es la primera fase de un experimento que te incentiva a juzgar a fondo tus bienes materiales. Se comienza por el contenido del armario. Durante tres meses los participantes se comprometen a utilizar sólo 33 prendas de vestir.

Las reglas


Cada participante escoge de su propio clóset  33 prendas para utilizarlas a lo largo de 3 meses, incluyendo zapatos (cada par cuenta por 1) y abrigos. Deben ser las prendas que más te gusten, que te queden mejor y que te sirvan más según tu estilo de vida.

Las pijamas, la ropa interior, la ropa de descanso, los anillos de matrimonio y la ropa del gimnasio son independientes de la lista.

Las joyas también son aparte. Sin embargo hay una regla especial: solo podrás comprar nuevas joyas de procedencia justa. Son calificadas las joyas de comercio justo o de diseñadores independientes.

Después de elegir tu set de 33 piezas, pon en una caja el resto de tu ropa. Sella la caja con cinta y guárdala muy bien. Debes dejar en tu armario sólo las 33 prendas que vas a usar. (¿Habías tenido alguna vez tanto orden y espacio?).

Si en el proceso de selección encuentras ropa que definitivamente ya nunca vas a volver a usar, dónala a institutos de caridad o regálala a quien quieras. Sé honesto(a) y despréndete de todo lo que sabes que actualmente no estás usando ni usarás.

Disfruta el cambio. Si siempre creíste que tener muchas opciones hace todo más fácil; descubre lo equivocado(a) que estabas. Goza lo ligero(a) que te sientes, lo poco que tardas en elegir, el orden que hay en tu cuarto y lo feliz que te ves.

Si en algún momento de esos tres meses compras algo, guarda o dona una de las piezas que ya tenías Recuerda la regla de oro: si una prenda entra, otra se va. No debes exceder tus 33 piezas. Lo ideal es no cambiar ninguna de las 33 iniciales. Recuerda que es un experimento de sustentabilidad, no de desperdicio.

Si cumpliste el reto y te gustó, al cabo de los tres meses abre la caja que guardaste y elige otras prendas. Sustituye lo que ya no quieras usar de las 33 iniciales. De nuevo tendrás dos opciones: guardar o donar.

Si te funcionó el reto, aplícalo a otras áreas: revisa todas tus pertenencias y deja ir lo que no es necesario, lo que no usas y lo que ya no forma parte de tu realidad. Verás que dejar de acumular es un ejercicio saludable, responsable y renovador. Nunca querrás volver a tener nada que signifique desperdicio, exceso o desorden.