CRECER DE OTRA MANERA
Ignacio Gros
Los defensores del decrecimiento, agrupados
en movimientos de diversos países, llevaban tiempo advirtiéndolo: la búsqueda
del máximo beneficio y del crecimiento ilimitado en un mundo evidentemente
limitado sólo podía conducirnos al desastre. Lamentablemente, esa predicción
está cumpliéndose.
-Sufrimos un colapso del sistema económico
que va a generar mucha pobreza y que puede poner en peligro las democracias.
-La escasez de recursos ya ha implicado
conflictos armados y, si seguimos así, sólo puede empeorar.
-Nuestro planeta padece un grado terrible de
contaminación cuyas consecuencias afectan también a nuestra salud
(proliferación de cáncer, problemas respiratorios...).
-Se agrandan las desigualdades tanto entre
países como en el seno de los mismos.
Menos estrés, menos contaminación, menos
competitividad, menos deudas se traduce en más tiempo, más serenidad, más
salud, más armonía, más humanidad, más libertad. Estos valores habían sido
objeto de burla en un mundo ferozmente competitivo. Ese mundo ha terminado. Hay
algo imprescindible ya: volver a empezar. -Jean Claude Besson Girard.
En un
momento en el que políticos de diferentes países insisten en “la necesidad de
fomentar el crecimiento y el consumo” cada vez son más las voces que apuestan
por un modelo diferente. Consideran que crecer, sin más, no es positivo. Pero
hay diferentes formas de crecer.
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