EL INFORME OPPENHEIMER
Las Olimpiadas de las que nadie habla
Andrés Oppenheimer
23 Jul. 12
Lo más interesante de la Olimpiada Internacional de
Matemáticas (OIM) que se llevó a cabo la semana pasada en Mar del Plata,
Argentina, no fue que los estudiantes asiáticos ganaran los primeros premios
-con frecuencia lo hacen- sino el hecho de que el evento pasó prácticamente
inadvertido en nuestra parte del mundo.
Aunque el torneo de matemática que se desarrolló entre el 4
y el 16 de julio tuvo una amplia cobertura periodística en Singapur, Corea del
Sur, China y otros países asiáticos, concitó poca atención por parte de los
medios de Estados Unidos y Latinoamérica.
Nuestras cadenas de televisión ya están enviando equipos
periodísticos a los inminentes Juegos Olímpicos de Londres, pero muy pocos -si
es que hubo alguno- enviaron un corresponsal a la Olimpiada de matemática en
Mar del Plata.
La OIM de estudiantes de secundaria de Mar del Plata fue
ganada por el equipo de seis miembros de Corea del Sur, que conquistó seis
medallas de oro, seguido por los equipos de China (2o. puesto), EEUU (3o.),
Rusia (4o.), Canadá (5o.), Tailandia (6o.) y Singapur (7o.).
Entre los países latinoamericanos, el mejor equipo fue el de
Perú, que ocupó el puesto número 16, seguido por Brasil (19), México (31),
Colombia (46), Costa Rica (46), Argentina (54), Chile (59), Venezuela (91) y
Cuba (95). Individualmente, el primer premio correspondió a Lim Jeck, de 17
años, de Singapur, quien ganó una medalla de oro con puntaje perfecto.
Argentina, el país anfitrión de la OIM de este año, es un
ejemplo típico de la poca atención que se le presta a la educación en muchos
países latinoamericanos.
La mayoría de los periódicos argentinos sólo publicaron unos
pocos párrafos sobre la OIM. Ni la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner,
ni el Ministro de educación del país estuvieron presentes para inaugurar el
evento internacional.
En momentos en que muchos estudios internacionales revelan
que la calidad de los docentes es la clave principal para mejorar los
estándares educativos, los maestros en Argentina ganan mucho menos que los
recolectores de basura y los camioneros.
Tal como me enteré durante una visita a Argentina hace unas
pocas semanas, los camioneros ganan 2.8 veces el salario mínimo del país, los
recolectores de basura ganan 2.6 veces el salario mínimo, y los maestros ganan
1.3 veces el salario mínimo. Un maestro que trabaja doble turno -de mañana y de
tarde- gana 2.59 veces el salario mínimo, que sigue siendo menos que el salario
de un camionero o recolector de basura.
No es casual que Argentina -que solía figurar entre los
países con mejor educación de Latinoamérica- está situado hoy cerca de los
últimos puestos en las pruebas estandarizadas internacionales PISA de
matemáticas y ciencias para estudiantes de 15 años, muy por detrás de Chile,
Uruguay, México, y Colombia.
En México, aunque los docentes ganan más que los
recolectores de residuos y los camioneros, una cruzada gubernamental destinada
a mejorar los estándares educativos sufrió un golpe importante a principios de
este mes, cuando sólo el 30 por ciento de los maestros asistieron a una prueba
de evaluación nacional para docentes.
Para quienes se estén preguntando si hay una relación entre
la enseñanza de matemáticas y ciencias y el progreso de los países, la hay.
El país ganador de la OIM de este año, Corea del Sur, que
tenía un ingreso per cápita mucho menor que casi todos los países
latinoamericanos hace apenas cincuenta años, registró 13 mil 500 patentes
internacionales en el Registro de Patentes y Marcas de Estados Unidos el año
pasado, contra apenas 500 de todos los países latinoamericanos juntos.
En los últimos días, después de que el Presidente Obama
anunció su plan de crear un cuerpo elite de maestros matemática y ciencia que
recibirán 20 mil dólares extra por año, muchos expertos latinoamericanos
señalaron que sin incentivos económicos y una jerarquización de la profesión, resultará
difícil atraer buenos maestros a las escuelas latinoamericanas.
Mi opinión: en la batalla por la excelencia educativa que se
está librando entre los países orientales y occidentales, que cada vez más
determinará el éxito de las naciones, nosotros en los medios compartimos gran
parte de la responsabilidad por no poner la educación en el centro de la agenda
pública.
No hay nada de malo en que los medios cubramos masivamente
las Olimpiadas de Londres. Pero cuando centramos toda nuestra atención en las
competencias deportivas, e ignoramos casi por completo los torneos de
matemáticas y ciencias, estamos creando solo una clase de héroes, los
deportivos, y estamos dejando de glorificar a quienes más probablemente harán
los descubrimientos científicos que permitirán mejorar nuestra calidad de vida,
o encontrar una cura para el cáncer.
Es hora de que glorifiquemos a los campeones olímpicos de
matemáticas y ciencias de la misma manera en que glorificamos a los campeones
olímpicos de lanzamiento de jabalina o natación.
Twitter: @oppenheimera
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