VIVA MUERTA, MUERTA VIVA
Enna Krite
Busqué un camino y no lo encontré.
Rompí mi ser en mil y uno y dos y un millón de fragmentos.
Rodeada de pesimismo, inseguridad y locura,
perdí fuerza y ahogué mi voz en la arena.
Soñaba y labraba una y otra vez mi epitafio:
Aquí yace En-na Krite.
Nació en abril de 1969 y murió en octubre de 1999.
Descansa en su propio rictus mortuorio,
su olor aromatiza el apareamiento de las cucarachas
y su cuerpo es un bocadillo para las larvas.
Su recuerdo, sólo para el que se detiene a leer en esta lápida,
la triste verdad de la que nunca existió
la que hoy vive y toca un son de marimba
en las costillas del compañero de fosa y eternidad,
la que se alimenta de pasos y murmullos
que se deslizan desde la superficie
y se filtran por las ranuras del mármol
hasta llegar a sus orificios auditivos.
La quijada mastica palabras
haciendo "crac, crac" al abrirse y cerrarse
mientras tritura profanaciones,
desde lo alto de un fémur que no para de bailar.
La que muerta caminaba con lenta torpeza,
cruzaba miradas con vivos, palpaba el vacío,
perdía la solidez del suelo,
arrastraba con dificultad carne pegada a los huesos,
y la sangre corría frenética en la punta de los pies
hasta la cabeza que vibraba en cada paso.
Muerta entre vivos, viva entre muertos.
(Publicado en la revista Inter Nos, número 2. Año 1, 2001; y en Poesía en voz alta. Antología para jóvenes. Mujeres chiapanecas del siglo XX. Primer edición 2002).
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